Creo que comenzó así. Me decidí a reseñar el nuevo disco de Sachiko M “Salon de Sachiko”, ya que tras haber leído sobre ella y haber entendido cuales eran sus intenciones, pensé que hacía falta quitar muchos tópicos sobre su música. Busqué en internet información que fuera citable artículos o entrevistas y no encontré gran cosa. De hecho en español apenas si hay nada escrito en profundidad sobre ella, a pesar de tantas y tantas páginas de gente hablando de discos ruidosos y sonidos industriales y que se mencione cada x tiempo su nombre. No tengo nada en formato físico, aunque puedo localizar y comprar libros como “Haunted Weather”, números de “Improvised Music of Japan” y un artículo que hay en un libro de edición limitada sobre la música improvisada contemporánea. O comprar ese libro en japonés donde dedican las últimas 300 páginas a hablar sobre ella y el movimiento onkyo, tras dedicarle las 600 primeras a Masayuki Takayanagi. Sólo haría falta aprender el idioma. De acuerdo, todo eso está muy bien pero son proyectos que van del medio al largo plazo. Yo quiero hablar de su último disco, de cómo su música deja de parecer esa “agresión sonora” (si es que alguien que da conciertos a través de un par de auriculares tiene entre sus prioridades hacer sangrar los oídos y fustigar sus cuerpos con su violencia gestual), convirtiendo su música en chisporroteos, trazos en el aire, fraseos y silencio, siguiendo funcionando en su mismo registro de frecuencias altísimas y feedback. Pienso que explicando el proceso, las ideas que informan la estética de su música y como es su creación material, puede ser lo suficientemente interesante e informativo como para poder saltarnos las citas y sus palabras. Tratar de mostrar como el feedback y el tratamiento de las señales de prueba de un sampler con la memoria borrada de cualquier tipo de sonidos no es un asunto “freak”, una locura, sino la exploración y la construcción de un lenguaje propio a partir de algo francamente monolítico. Tratar de explicar como encontrar distintas maneras de hacer cosas, desarrollar ideas y tratar de construir una carrera a partir de algo, ese chirrido, ese pitido que muchos consideraríamos un desecho frente a otros terrenos más explorados, más convencionales como pueden ser los drones o el feedback con distorsión. Algo con contexto establecido.
Me hago con un estudio académico sobre feedback. Comienzo a leerlo y empiezan a hablar sobre los distintos tipos de feedback, el posicionamiento de las ondas y toda una serie de diagramas, datos técnicos y filosóficos al respecto que me dejan completamente hundido. No tengo ni idea de acústica. He estudiado de refilón algo en mi carrera y lo explicaban de un modo tan horroroso que nadie tenía ni la menor idea del asunto. Así que supongo debería comenzar comprando este libro.
Más proyectos que se demoran en el tiempo.
A decir verdad, me ha pasado con tres o cuatro artículos que pensaba escribir, el hecho de necesitar dedicarles cada vez más tiempo, tener que buscar más referencias, estudiar y leer textos de materias con las que no estoy familiarizado y que necesitan de bastante tiempo, lo cual no funciona demasiado bien con la idea de este blog de estar actualizándose continuamente. Así que seguramente a este blog le quedan un par de entradas de vida (las necesarias para sacar a L-Kan de la página de entrada) y dentro de algún tiempo comenzaré uno nuevo donde pueda moverme y hacer las mismas cosas que aquí sin ser aquí.