sábado, 3 de marzo de 2007
Desde que me percaté de su presencia, me he sentido atraído, fascinado y encantado por la imagen proyectada por Mika Tan. Así que ha sido una experiencia gratificante, cuando, tras leer una entrevista suya, esas sensaciones se han visto ampliadas y redimensionadas. Tantas cosas. La inclusión en su blog de una sección de preguntas frecuentes, con una como: ¿Por qué te dedicas al porno si pareces una persona inteligente? (Respuesta: ¿Entonces sólo la gente estúpida puede hacer porno?). La presencia de sus padres, él militar, ella mujer sumisa y el peso de la tradición y de la familia. Como ha creado una empresa de modelos para romper los estereotipos que la industria del entretenimiento adulto tiene sobre el público asiático (y su proyección comercial). El hecho que tenga terminada la carrera de Bioquímica. La historia de cómo su padre se enteró por teléfono de que era actriz porno y como este acabó destrozando a golpes el auricular (durante la conversación), ya que de todos modos se iba a enterar el mes siguiente debido a su suscripción a Hustler (donde ella iba a aparecer). El detalle del aviso a los chicos de que si eran los primogénitos de la familia que se olvidaran del porno o sus padres los matarían. O cuando en pleno choteo, se inventa el término GILF (Grandmothers I’ll Like to Fuck) para explicar lo mucho que quiere durar en este negocio.
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