viernes, 15 de junio de 2007

Una entrevista compartida (y aburrida) entre James Murphy y John Cale.

Una entrevista con Swamp Dogg, porque se lo merece.

Y por rematar, un artículo en el que destacados músicos de la actualidad arremeten contra álbumes consagrados de la historia del rock. En principio no es un concepto que me desagrada, y está bien escuchar los argumentos que se dan contra alguno de las obras consideradas “clásicas”, porque te hacen apreciar de forma nueva estas o te hacen encontrar la interpretación de algunos signos en tu relación con ellos.
Mark Ronson da un argumento bastante conocido sobre Tupac Shakur y que no deja de ser cierto: demasiado prolífico e irregular. Billy Childish critíca el famoso disco de los Beatles apuntándose a la teoría de que gracias a este tipo de obras, la diversión en el mundo del rock se acabó y comenzó su decadencia y aburguesamiento. Además menciona cosas sobre la tristeza de la música de Paul McCartney, que me resultan bastante conocidas. Siobhan Donaghy da una explicación realista de porque no le gusta un disco: porque se le metieron por la garganta hasta aborrecerlo. Y admite que la música le parece bella. Grant Green suelta argumento tras argumento, acertados, concisos y con los que estoy de acuerdo. Pero este último ejemplo, es el que muestra toda la basura que es el resto.
La crítica del disco de Beach Boys es al menos bien recibida porque este es un disco donde todo el mundo quiere proyectar a su niño interior. Pero bueno, que el tipo de The Kooks hable sobre falta de melodías… El resto de discos comentados por indies son meras expresiones de ira, grandes opiniones sobre lo mal poeta que era Jim Morrison o lo imbéciles que eran los fans de tal o cual grupo. Cuantos complejos y estigmas sociales han debido de sufrir. Hay tres en realidad que me han parecido lo peor, decepcionantes o simplemente vergonzosos. Peter Hook, rajando de un disco como si este sólo fuera una cacofonía con la que la gente presume de lo inteligentes que son y al que nunca le dará una oportunidad como si no hubiera nada dentro. El tipo de Franz Ferdinand, para ser un estudiante de ¿arte? ¿diseño? goza de una prodigiosa capacidad para tener prejuicios contra todo el mundo que no piense o actué como él. The Strokes son mejores que Television, porque no hacían solos largos de guitarra. A lo mejor es que tiene poca capacidad de atención, aparte de falta de originalidad, de recursos instrumentales, de variedad estilística o algo que decir.Y el amante de la música que dice que su queja contra el primer disco de la Velvet Underground, aparte de la horrenda producción (con personalidad, pero terrible en el aspecto técnico), es que estaban desafinados. Lo que se dice coger el concepto.

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