martes, 17 de julio de 2007

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Para mi sorpresa, y se ve que es algo que le está sucediendo a un montón de gente, estoy volviendo a escuchar un montón de grime. Oficialmente, al menos en los mentideros cool, esta música había sido dada como muerta, presuponiéndola una actividad residual, enfangada y sin ser capaz da dar ningún brillo atrapada entre mixtapes que se suceden sin número, sin respiro, sin control. Y sin embargo el año pasado la revista The Wire escogió entre los mejores discos del año “Guns’n’Roses Vol.2”. Tratándose de esa revista, eso significó que llegó a poner de acuerdo a dos o tres personas.

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Y sin embargo este año me he encontrado escuchando el EP de debut de Joker y hasta lo he incluido en mi lista de lo mejor del año. Y ahora estoy escuchando la mixtape de Trim “Soulfood Vol. 1” y la serie “Túnel Vision” (los 7 volúmenes de ella) que publica Wiley, que es mucho más deslumbrante que su último disco largo, o la segunda entrega en formato largo de Roll Deep Crew “Rules and Regulations”. Y aún tienen que caer cosas importantes, como el recopilatorio/grandes éxitos de Skepta. Como diría TI: Big Shit Poppin.

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3 comentarios:

Iván Conte dijo...

¡qué curioso! mismamente ayer me escuché de nuevo el "Run the Road" después de meses sin hacerlo. Lo de la supuesta muerte del grime es curiosa, tengo la sensación de que dicha muerte se produjo por un desencanto entre los medios de comunicación al ver que los artistas de grime se pasaban al formato largo... pero sin mantener la pegada de las canciones que hacían cuando iban por libre. Un ejemplo perfecto, en mi opinión, es el disco de Kano, que yo escuché muchísimo en su momento, pero no pude evitar pensar que al menos la mitad del mismo parecía estar hecho para agradar a un público que no era el suyo. Lo mismo vale para el de Roll Deep. Igual estoy equivocado, pero ese paso en falso que dieron Kano o Roll Deep -hacia la comercialidad, lo llamarían algunos, yo más bien me refiero al paso al formato LP- provocó una sensación de desorientación tal que provocó una desbandada, en general hacia el dubstep. Queda la duda de hasta qué punto, entonces, el hecho de que el dubstep parezca más vivo en estos momentos se debe unicamente a que la prensa escribe mucho más sobre ellos... no sé, bueno, esto es lo que he pensado estos últimos meses, y me interesaba saber tu opinión.

Iván Conte dijo...

Puntualización: la desbandada hacia el dubstep no fue por parte de los artistas sino de los críticos, que no quedó muy claro... ay, estas prisas...

anhh dijo...

El grime. Bueno, la verdad es que me fui dando cuenta progresivamente que no estaba metido en la escena y que casi todo mi conocimiento dependía de la información de algunos bloggers que se fueron cansando de los derroteros que iba tomando el género. Pero vamos, una explicación en retrospectiva puede ir así: No había promoción en ningún medio grande. Todo el mundo hablaba sobre que era el género más excitante de la actualidad (un comentario en un crítica en The Guardian, decía exactamente eso, que deberían estar escuchando grime en vez del disco que reseñaban), pero no había proyección. Recuerdo que fue muy importante el primer que escribió Simon Reynolds para The Wire, aunque tuvo que convencer a los editores (no había una necesidad de hablar sobre ello, de ofrecer una información). Básicamente el otro gran momento fue la presentación de “Run The Road” con la famosa crítica de, erm, otra vez, Simon Reynolds, tratando de situar el género en toda su grandeza en todo su ámbito de posibilidades. Y básicamente eso fue todo lo interesante que se publicó sobre el género en su pico de creatividad.
Básicamente el género ha tenido muy mala suerte: tardar casi años en que hubiera un nombre comúnmente aceptado que definiera el género a nivel comercial (de hecho en la tienda de donde he sacado las portadas aún lo encuadran en sub low/ eski/ grime). Otra es la terrible miopía de la crítica no especializada. Básicamente centrándose en los aspectos de agresividad, machismo, violencia del “hip-hop inglés”. Esto es pura conjetura, pero entonces el género se embarcó en la necesidad de crear ese género que respondiera, que estuviera a la altura del hip-hop norteamericano. Así que sucedió una cosa muy extraña que era la música negra norteamericana como si no existiera esta y hubiera surgido en el Reino Unido. Empezaron a aparecer duetos, las producciones se hacían en estudios más caros, se buscaba el sonido “orgánico” y natural (algo de eso ya hay presente en “Run the Road” donde hay temas crudísimos y otros que suenan todo pulcros), se buscaba el éxito a nivel nacional, más o menos todo el mundo se lo tenía creidísimo y querían contratos millonarios que acabaron por no concretarse y que hicieron que el año en que el género debía consagrarse en el formato largo (esto es, algo inteligible para la mayoría de los críticos) salió completamente rana y sólo se publicaron los discos de Kano y Roll Deep. La otra baza importante a nivel comercial, que era Lady Sovereign cuando vio como sus singles naufragaban en las listas británicas, decidió cambiar de estrategia, algo que no le ha salido demasiado mal. También apareció el dichoso grindie. Y básicamente el género pasó de ser la gran esperanza a un fiasco en cuestión de meses, con contratos rotos, negociaciones suspendidas, falta de promoción etc. Y la escena se quedó bastante sonada y sin una personalidad o una dirección clara o al menos plausible que seguir. Que fue cuando los bloggers, incluso los que había por allí desde el principio salieron por patas. Y a partir de ahí, el terreno de las mixtapes. Aún así, las cosas tampoco estan muy claras, Lethal Bizzle publica nuevo disco orientado hacia el sonido de guitarras y Kano también, incluso hay un tema con Craig David.
El dubstep siempre fue como el hermanito feo. Grime que no sonaba como grime. Grime instrumental. Ese sucedáneo que aparecía en los recopilatorios “Grime” del sello Rephlex. En ese sentido el género estaba igual de gafado que el grime, pero básicamente creo que lo que pasó fue la sesión que hicieron en el programa de Mary Anne Hobbs en la BBC, que lo llevó a la atención de mucha gente (y que acabó ocupando la mayor parte del programa. Otro elemento fueron que los sets de dubstep, al contrario que los de grime, se organizaron de una forma muy cuidada, muy completa y accesible en Barefiles, mientras que los otros tenías que buscarlos por Soulseek o en un tiempo donde los intercambios de archivos no estaban tan en boga y tenías que descargarlos en páginas web o foros. En fin, que podías sudar sangre para conseguirlos. Además Rinse en tiempos del grime tampoco tenía emisión por internet, se supone que había un stream pero nadie conseguía escucharlo y todo dependía de las grabaciones que hiciera la gente en sus casas. Lo de Barefiles es un elemento importante que es lo que ha generado una audiencia fiel alrededor del mundo, bien informada y puntualmente puesta al día a través de foros especializados. También marcó un punto aparte, cuando la gente que lleva las noches de FWD (o el otro club, siempre me lío) que son los mismos del sello Tempa o Rinse FM, decidieron querer cerrar el servidor para así poder vender ellos los sets como descargables, con el pretexto de que Barefiles sin derecho alguno sobre la música ya los estaba cobrando. No creo haber usado Barefiles, pero lo de “Pagar” por descargar, era una necesidad para poder mantener un ancho de banda para los servidores que albergan los archivos y es una opción, no una necesidad.
Por hablar de temas más musicales el grime tenía también una serie de pegas: sonaba muy arisco, los mcs iban muy, muy rápido (a 130 BPM o así, mientras los norteamericanos se dan con un canto en los dientes si pasan de los 80 o 90 BPM, estaba además todo el tema del slang que hacía gran parte de los recitados fueran difíciles de interpretar (yo no puedo olvidar un vídeo que descargue donde había un grupo de 4 o 5 personas acompañaban al MC en medio de la calle acompañados por los tonos de los móviles y al llegar al coche gritar: “Level, level!” Que básicamente quería decir: “Volumen, volumen”. El título de “Run the Road” también es slang. Y los beats de grime son bastante machacones para mucha gente. El dubstep va más o menos a la misma velocidad (140 bpm), aunque por distintos efectos parece más lento. No hay apenas voces y cuando las hay (Digital Mystikz “Anti-war dub”, Kode 9 con Space Ape), se muestran en un inglés inteligible. El sonido es más cinemático, más banda sonora para películas mentales que una invitación para descoyuntarte el cuello moviéndolo espasmódicamente (al menos en casa, ya sabemos que es distinto con el equipamiento de un club). Los breaks que parecen van y vienen, el sonido del bajo de altavoz a altavoz y los arreglos electrónicos, son más “sofisticados”, más “educados” y “conscientes”. La música es “oscura” y “violenta” pero no lo es en un sentido racial (negros de extrarradio que vierten su rabia contra el sistema o cualquier otro cliché que quieran ponerles) sino “emocional”, es decir que apela a la cabeza, al intelecto en vez de a las vísceras (por seguir con el cliché). Mientras la gente no sabía muy bien donde encajar el grime (electrónica, hip-hop, sonido urban) y cuales deberían ser sus expectativas todo el mundo parece tener claro que el dubstep es un subgénero de la música electrónica (lo falso o cierto que eso sea en realidad). Cuando el género apareció en The Wire el tratamiento también fue diferente.
http://www.thewire.co.uk/back/2006_07.php
Por ejemplo, fueron dos. Uno un artículo sobre un artista (y no hay un ejemplo más claro que Boxcutter para saber que el que la revista estaba buscando en el género) y un Invisible Jukebox a Kode9. Es decir una pieza de “pensamientos” del artista sobre la música. Ambos blancos. Kode9 universitario y citando a la propia revista (en concreto este artículo: http://www.thewire.co.uk/archive/essays/fearofawetplanet.html (que está subido a la web por ese motivo)) como fuente de inspiración de su pensamiento, etc. Así que mucha gente lo que ve en el dubstep es la continuación natural de los presupuestos de la IDM, electrónica cerebral pero emotiva, con gusto por el detalle y las texturas, bailable sin sudar y patatín, patatán. Es decir, que el recibimiento es completamente distinto, porque la IDM pertenece a la música “buena” e “inteligente” que hace el mundo mejor. Fíjate el tratamiento que le dieron en España en Rockdelux al grime, conectándolo al UK garage (lo que diablos quiera que fuera aquello que se inventaron en aquella etiqueta) y heredando sus asuntos de violencia, drogas y tiroteos (y los ha habido realmente (de hecho creo que Trim precisamente disparó a alguien)), pero, realmente no se correspondía con la escena. En cambio el dubstep tenía la raíz noble del dub y era fácilmente etiquetable. Otra diferencia es que el “superventas” de la escena llegó en el dubstep cuando se sabía que había una escena (el disco “Degeneration” de Vex’d llegó el año anterior), mientras que Dizzee llegó antes de que se conociera la escena. Pero como te decía al principio, hay mucho, mucho que no se sobre el desarrollo real del grime (cuya crónica seguramente estará en los números de hace unos años de RWD magazine y sus foros).
A la pregunta de si la gente migró del grime al dubstep, diría que no. Muchos de los bloggers que escribían sobre uno no encuentran alicientes en el otro (y son más de cinco o seis). Hay gente que los compagina, pero que les viene de lejos. Y mucha gente, en público, que si se atreve a ir a un show de dubstep pero se lo pensaría mucho en ir a uno de grime.
Sobre el asunto del paso al formato largo: si creo que el formato funciona en formato largo al menos cuando es un grupo de varios artistas y distintos productores, y en ese sentido se acerca más a un mix o a una mixtape (que ahora parece el terreno natural del asunto). “Boy in da corner” funcionaba mejor como deslumbramiento, single tras single estallándote en la cara que bajo las narrativas habituales de otros géneros. Sigo pensando que las circunstancias de desarrollo del género no tienen que andar esos caminos porque no son los suyos. Pero estamos aquí para disentir ¿no?