El otro día leí con sorpresa un hilo en un foro donde trataban de mostrar todas las influencias de las que el grupo hacía (hace) gala. No es un asunto desconocido para nadie que en su presentación gráfica y en sus títulos, el grupo ha “citado” a un montón de artistas o grupos artísticos o musicales. Por citar: “John Cage Bubblegum”, “Free Design”, “Brakhage” en honor al director Stan Brakhage, “Emperor Tomato Ketchup” es un homenaje a una crudísima película del director japonés Shuji Terayama (y digo crudísima por las escena donde un crío de unos 10 años le hace el amor a una mujer), citas al futurismo ruso en sus videoclips, “Cobra & Phases Group Play Voltage In The Milky Sky” cita al grupo COBRA y al grupo Phases y ya tirando por lo menos obvio “Jenny Ondioline” es un guiño a George Jenny, el inventor del Ondioline, Kybernetická babicka es el título de una película de Jiri Trinka, una recopilación de rarezas que se llama “Socialismo o barbarie”, “Les Yper-Sounds” es el pseudonimo que usó Pierre Henry en un single rock, The Groop está basado en The Groop, las primeras líneas de Peng están sacadas del comienzo de “Cien Años de Soledad”, etc. etc.

Nada particularmente novedoso, pero la cantidad sorprende un poco, aunque en cierto modo tenían cancha libre por mencionar al surrealismo y sobre todo a los situacionistas, lo cual de alguna manera más bien difusa, hacía ver todos estos guiños, citas y referencias como detournements y actitudes realmente innovadoras. Pero, claro, cuando se trata de citas musicales, ¿Cuánto tarda en salir el rockista que llevamos dentro? Si uno ha hablado alguna vez sobre música o ha leído los comentarios de Youtube, sabe que autenticidad y ser original, de alguna manera están ligados de forma indivisible. Si uno no es original, es una copia y por tanto poco más que basura, y si no se es auténtico se es falso. Ya saben, esa clase de tonterías que jamás son aplicables sin muchos filtros en la vida real, pero que son un clásico inacabable en discusiones de (post)adolescentes y borrachos. Según esta maravillosa teoría, si sampleo en mi quinta sinfonía a James Brown, mi música será una mierda porque la auténtica es la de James Brown. Aunque yo usara un sample de un carraspeo en un directo del 83, durante cinco segundos de mi ciclo musical que se extendía durante una semana. ¿Ridículo? Tanto como el presupuesto de partida.

En teoría, la música está llena de infinitas combinaciones de sonidos y frecuencias y por tanto debería ser realmente difícil la coincidencia entre composiciones. Pero si reduces el espectro a 7 notas. Bueno, el campo se reduce notablemente. Si además se siguen las normas de la armonía, lo más seguro es que el arreglo caiga dentro de algunas de las progresiones de acuerdo establecidas como adecuadas, y por tanto, mayores posibilidades de coincidencia. Si además están practicando música popular, significa que la variación rítmica y melódica que pueden hacer, es bastante, bastante estrecha. Así que si muchos grupos de punk-pop le suenan iguales, o grupos de metal, tal vez, no sea porque tienen las orejas llenas de cera.

Pero la idea es que un artista es original y no se le puede robar. Pongamos un ejemplo, yo escribo pésimamente, pero me gusta como alguien redacta una frase para que al final del razonamiento de esta, las conclusiones aparezcan con tal fuerza que resulten evidentes e irreprochables. Y seguramente, me inspiraré en esa frase, la usaré como punto de partida y casi de llegada para construir algunas de las mias, aunque el contenido sea distinto. Bien, eso puede ser entendible. Muchas poesías, por ejemplo recuerdan en sus metáforas a otras poesías o a la imaginería, o en la forma de construir los versos. Eso se llama influencia. Pero, que sucede si decido registrar una frase como una patente o algo sobre lo que tengo derechos de autor. Por ejemplo “Just Do It”, “Practica Cuatro”, “Gobierno de España”, o “Nestle”, “Pepsi”, “Nike”. ¿Por qué no reciben royalties los herederos del hombre que inventó la metáfora o la sinécdoque o la aliteración? No deja de resultar interesante como esa idea romántica del autor como figura única e intransferible, coincide a grandes rasgos con la conversión del compositor de asalariado de un mecenas a la de trabajador autónomo, y no deja de resultar paradójico que quienes primero reclamaran una parte del beneficio del producto de una venta, fueran los libreros, no los escritores. Por eso lo llama copyright (derecho de copia). Pero, vamos, eso se nos va demasiado de las manos y daría para escribir un copioso tocho así como años de investigaciones. El hecho es, que en la música popular, la copia, el crear a partir de un riff, de un ritmo o de una línea de bajo, es algo que existe desde hace mucho, mucho tiempo, aunque algunos defiendan la idea de que la música actual es peor por el uso y abuso de los samples que lleva a una total falta de originalidad.

Y es algo más o menos comúnmente aceptado por la industria, de hecho, es una treta de compositor el usar algún elemento de alguna canción famosa para lograr que el oyente sienta cierta familiaridad con la música en la primera escucha. Un ejemplo reciente podría ser este


Tokio Hotel Spring Nicht
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Y este


Metallica - Nothing Else Matters (video)
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Aunque quizás la copia no tenga que ser musical, sino en la estructura, con la sección calma guiada por el arpegio de guitarra y la del clímax arropada por los arreglos orquestales. El caso, es que, me gustan las dos. Y por el hecho de ver que una está muy inspirada en la otra, no le resta ningún mérito en mi apreciación y disfrute de ambos temas. No creo que lo primero sea mejor que lo segundo de forma unívoca.

Esta en cambio se nota de donde parte ¿no?


Melissa - Elle
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stevie wonder - part time lover
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Tanto, que de hecho, el sr. Wonder aparece en los créditos.



T.I. - What You Know
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Recordamos que Kanye West ha hecho carrera a partir de ello, y que muchos productores de hip-hop han hecho uso y abuso del crate digging para hallar los samples por los que menos tengan que pagar. Pero el uso de la copia está tan extendido que llega a los terrenos de la interpolación y la extensión, y eso es un terreno desde luego interesante. Por ejemplo, DJ Toomp sacó el glorioso riff de sinte de “What You Know” trasteando en un sinte con la melodía que aparece en esta versión de los Impressions que cantó Roberta Flack (hacia el final del video, en la melodía de la sección de cuerdas).

O Mariah Carey, que tiene uno de los momentos más curiosos que ha dado la música popular en esta década. En su single “We Belong Together”, ella y su productor,Jermaine Dupri, decidieron usar dos slowjams que les parecieron dos clásicos absolutos del género.


Mariah Carey - We Belong Together
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En un momento de la letra ella canta:

"Bobby Womack's on the radio/ Singing to me, 'If you think you're lonely now'."

Y cuando menciona a Bobby Womack, cita una frase de aquella canción y lo hace con su melodía

Entonces decide que esa música puede deprimirla de verdad, puede hundirla del todo en vez de estar haciendo el tonto lamiéndose las heridas, así que dice:
"So I turn the dial, tryin’ to catch a break/ And then I hear Babyface/ 'I only think of you...'
Y al mencionar a Babyface, cita una canción que este produjo y compuso para el grupo The Deele, usando la misma estrategia.



O el ejemplo de intertextualidad más burro que ha habido en tiempos es la canción “Don’t Stop the Music” de Rihanna, donde se samplea al Michael Jackson de "Wanna Be Startin' Somethin'" robando la música de Manu Dibango en “Soul Makossa”. Las implicaciones de ida y venidas de influencias son desde luego fascinantes. “Soul Makossa” había pasado completamente desapercibida ya que era la cara B del himno de Camerún para un campeonato de fútbol, y fueron eliminados a las primeras de cambio. Pero el artista la recuperó para un disco que fue descubierto por los DJs que giraban alrededor de David Mancuso y The Loft en Nueva York y fue tal el uso que le dieron a la canción en sus sesiones que fue la primera vez que una compañía tuvo que licenciar el disco y el tema consiguió entrar en las listas de Billboard. Después se emperrarían con Barrabas y lo convirtieron en el disco de un grupo español que más alto ha llegado en las listas norteamericanas. Y por eso no deja de resultar curioso, para aquellos que gustan de la teoría del “black atlantic” que en este viaje de la música americana a la africana y el robo por parte de la americana, sea Rihanna, una chica de Barbados la que cante este tema. Aunque como decimos, es una idea forzada para incluir la canción en una línea de canciones trascendentes o que marcaron época.

La música indie, como no, no se libra de los plagios a diestro y siniestro. Mencionemos algunos bastante conocidos:


Umberto Tozzi - Gloria (live)
Uploaded by hakim93200

Pulp, copian los acordes de “Gloria” de Umberto Tozzi, y consiguen que su “Common People” sea una copia que no sabrían explicar muy bien que diablos está copiando pero que suena igual.


Pulp - Common People
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En el número 127 de Rockdelux (febrero del 96), en su página 6 podemos leer el siguiente texto:
“¿Por qué abrís con “db”, un tema que se parece mucho al “Chasing a Bee”, de Mercury Rev?

(J) Creo que tiene la atmósfera perfecta para empezar el disco. En los ensayos, la llamábamos “Mercury Rev”. “Chasing a Bee” tiene los acordes y la melodía del “Ceremony” de Joy Division/New Order, y la nuestra también.”



Obvio que J es el cantante de Los Planetas, grupo que nunca ha tenido problema alguno en citar, copiar y vivir en unos referentes sonoros y estéticos concretos. Pero el hecho, es que dejando a un lado la canción de Los Planetas, al escuchar las canciones de New Order y Mercury Rev, aunque no veamos una copia directa, si se modifica la percepción que teníamos de la segunda, donde sólo nos fijábamos en los efectos psicodélicos para hallar una “influencia”. Algo parecido sucede con los propios Planetas. Una vez, le explique a un amigo como se debía escuchar a Spacemen 3, como las texturas y las microrrepeticiones, el ensimismamiento con determinados figuras musicales era una traslación de algunas de las sensaciones que provoca la heroína. Curiosamente, estabamos escuchando un cd con mp3s que le habían pasado y le dije que había después un grupo que estaba muy influenciado por esta gente, pero le dije que lo tenía que descubrir. Al pinchar un tema de Los Planetas, los característicos efectos sonoros y ambientes, le pusieron la sonrisa en la cara. Spacemen 3 tampoco han tenido ningún problema en pillar lo que consideraban necesario para su música. Ahí está “Ode to Street Hassle” con su riff de Lou Reed, para demostrarlo de forma evidente. En la charla que enlazamos hace unos días, Alex Ross explica las conexiones de la música pop con Steve Reich y después añade que ese legado fue aprendido y tomado muy en consideración por la música indie. Sí, así también se dice...
En este hilo, seguro que encuentran cantidad de anécdotas más…
Por reconducir el asunto a Stereolab, quiero decir, hay cosas realmente sorprendentes. Escuchen la melodía que tocan los vientos en la coda de “The Free Design” y pasmense de la intro de que canción la robaron.

Abba - Dancing Queen
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De hecho alguien se aburrió mucho y decidió desvelar “los secretos”.
Muchos son una gran tontería y son los efectos de usar los mismos acordes o ritmos característicos, aunque la que toman de Komeda ha sido admitida por el grupo. Pero desde luego no deja de ser sorprendente.


La idea que tenía al escribir este post no era tanto, si la música de Stereolab es un juego, una pieza sofisticadísima de bricolage que alude a las enciclopédicas colecciones de discos de sus compositores para crear conexiones inimaginables entre unas referencias u otras. Es algo que a estas alturas darán por sentado. Alguien mencionaba que en sus setlists en los conciertos, aquellas canciones que aún no habían publicado se titulaban con los nombres de sus referentes sonoros. Supongo que John Cage + Bubblegum es un ejemplo claro de este tipo de títulos y juegos sonoros. El hecho es si esta capacidad de “juego” puede ser bien asimilada en un entorno como el de la música rock, donde todo ha de ser profundo y la palabra “juego” suena a impostura. O que sin una coartada política, ya que siempre se han mantenido ambiguos respecto a sus supuestas conexiones con el marxismo o el situacionismo, pareciendo en ocasiones irónicos sobre estos, como admiración por gente con propuestas utópicas, que los salvaguarde, la opinión que se pueda tener sobre su conspicuous consumption? O por concretar ¿de qué van? ¿Esnobismo? ¿Post-modernismo? Si alguien se anima, que avise.

Una cosa más, la influencia ye-ye principal no era Françoise Hardy: