jueves, 22 de noviembre de 2007
























En 1912, el pintor Egon Schiele fue detenido por seducir a una menor de edad. Al personarse la policía en su estudio encontraron más de cien bocetos y cuadros que consideraron pornográficos. Schiele fue encarcelado hasta el juicio y una vez allí fue absuelto de los cargos de seducción y abducción de una menor, pero fue encarcelado por tener expuestos cuadros obscenos en lugares en que pudieran ser contemplados por menores de edad.























De hecho el juez quemó uno de los dibujos en pleno juicio. Con el tiempo previo que había pasado encerrado antes del juicio, su condena fue de tres días. En ese tiempo en prisión, Schiele produjo una serie de 12 cuadros con títulos como los que siguen:























¡No me siento castigado sino purificado!























¡La puerta a lo abierto!

Movimiento orgánico del sillón y de la jarra

Etc.

1 comentario:

Iván Conte dijo...

No lo conocía, y me ha encantado, gracias!