El disco es bueno. Lo primero que te viene a la cabeza es porque un montón de machos alfa de conservatorio se dedican a transcribir piezas de gente como Merzbow o Keith Rowe para mearle en la cara al público del mundo de la clásica, y que es un poco estúpido escuchar la interpretación de una pieza que está disponible en su mejor grabación y forma última ya. Pero la idea de la interpretación en directo, con la posibilidad de sentir el sonido que se genera en vivo, es desde luego apetitosa. Y quizás recompense mucho más ver la actuación en el DVD que escuchar el CD, por los tíos sudando ríos de tinta para obtener los sonidos, algo que por otra parte es muy rock, pero a partir del segundo corte, su disco y su versión (apenas sobrepasa la hora de duración), es interesante y digno de ser escuchado.
Y claro, lo anterior parece que lo he sacado de esta entrevista en Pitchfork, aunque en realidad lo único que recordé fue que me habían recomendado el nuevo de Lou Reed encarecidamente.
Su disco de música electrónica para hacer tai chi. Que en las primeras escuchas es estupendo, aunque el tiempo dirá si está a la altura del otro.
martes, 18 de septiembre de 2007
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