Según declaración propia, un día en la vida de Lil’ Wayne es tal como sigue:

“I wake up, smoke weed, fuck bitches, get my dick sucked- a lot-drink my drink and come here and do this shit.”

No es de extrañar que el número de mixtapes donde hace cameos, las propias, participaciones en temas de otros artistas y otros temas propios, sea tan vertiginoso como para no querer acercarse a su música por pura precaución económica.

Este año se supone que publica su nuevo disco “oficial”, pero lleva un par de retrasos en la programación de la compañía. De hecho, en verano aparecieron 23 temas que se suponen componían el disco, aunque los rumores parecen indicar que el número de favores devueltos significará que todo el mundo y su abuela aparecerán por allí para soltar unos ripios, y el propio Lil’Wayne ha dicho que son temas que no habían pasado la criba. Cristo. “The Carter III: the mixtape” es uno de los discos más imperfectos y emocionantes que he escuchado este año (aunque lo he oído poco, también es cierto). A uno le da las ganas de compararlo con el “Honestidad Brutal” de Andrés Calamaro, aquel disco que no siempre funcionaba, pero cuando lo hacía te dejaba completamente desarmado, aunque no necesariamente se parezcan en muchas cosas estilísticamente. Pero, claro, too much rockism.