Hace unas semanas, en “los niños que le dan ganas de vomitar a otra gente cuando nos miran”, decidimos que íbamos a declarar ese día nuestro día del “prog-folk”. Ya saben que en este blog nos gusta hacer cosas distintas aunque de forma usual acaben en desastres estrepitosos o en posts que sacan los colores por la vergüenza ajena que provocan.

Una de las razones para hacerlo fue por tratar de explorar el prog-folk vasco, del que tenía noticias sobre reediciones en vinilo de esas que se van todas al extranjero y se agotan en días y la afirmación que eran muy apreciados por los especialistas en el género. Pero en fin, ya conocemos como son los crate-diggers. Yo aún no he olvidado a aquellos tíos neoyorkinos que tenían un blog donde solo hablaban de las deportivas y accesorios que más les gustaban, poner fotos de ellos en fiestas vestidos con la ropa anterior y rodeados de gente que vestía igual y hablar maravillas sobre grupos de tercera regional dentro del mundillo del post-punk inglés*. ¿Ustedes conocían a Glorious Din?


Pues ya que estaban aburridos…

En cualquier caso, estamos muy, muy acostumbrados a que el valor económico que se paga por un disco en esos terrenos no tiene necesariamente que ir acompañado de una calidad estética pareja (en ocasiones sí). Así que en realidad el prog-folk vasco podía ser eso una curiosidad dentro de un nicho de coleccionismo. En cualquier caso, en algún foro dedicado al asunto había unas votaciones sobre los mejores discos del género y algunos de estos picaban alto. Así que la siguiente pregunta era obvia: ¿por qué no he escuchado nunca hablar de ellos en las revistas musicales españolas?

Supongo que lo podemos explicar con tres razones:
1ª Prog
2ª Folk
3ª Vascos**

¿Cuál es el criterio de selección que determina cuando un grupo pertenece a este nicho y cuando no? Es una gran pregunta. Yo recuerdo haber escuchado parte del primer disco de Urko y tenía unas orquestaciones muy prog, que lo podrían hacer caer en esta categoría. La respuesta creo que está en que la comunidad internacional, al menos la más reciente, está conformada por las guías de compras que se han ido publicando con los años sobre todos estos géneros en Europa y el Reino Unido. Esta es la que habla sobre Europa (excepto Alemania que ya está cubierta en otro libro “Cosmic Dreams At Play” y Reino Unido que también tiene su propio libro “The Tapestry of Delights”).


Diviértanse calculando cuanto les puede costar hacerse con una copia mirando en Amazon. En fin, supongo que habrá un montón más hablando de países europeos específicos (acabo de ver la guía del prog sueco…), pero esa fue de las primeras en organizar el conocimiento y explicar lo que era cada disco y porque debería resultarte interesante. Unas páginas de muestra (no, no tengo el libro, pero hay circulando unas cuantas páginas sobre España, Italia, Portugal y Francia).

Cada grupo es de su padre y su madre y seguramente uno puede ver que apuntan en direcciones distintas. Como esto es proa, a veces es un aburrimiento supino, a veces es música sublime, en ocasiones es lo más bobo que has escuchado en tu vida, otra te parece genial, y muchas otras cosas más normalmente en la duración de una sola canción. A mi me gustan en particular Itziar.

Si se aburren, o quieren saber más y no les gusta nuestro tono superficial, o quieren escuchar más discos del estilo hechos en otras zonas del país, pueden probar aquí.
http://spanishprogressiverock.blogspot.com
A mi me resultó refrescante la perspectiva por la que de repente te encuentras dentro del prog a grupos como Migala o Manta Ray. Como si el indie fuera una moda pasajera que pudiera desaparecer algún día.

*También tenían otros gustos en los que también querían venderte la idea del buen gusto que tenían y lo especiales que eran. Para que vean que existen (y les saqueen los discos que tengan aún puestos para descargar): http://www.rockersnyc.com/blog/
** Admitimos que hay combinaciones que suelen surgir en las listas y que representan algunas de las tres (por ejemplo Vainica Doble, a ratos caen en las dos primeras, o Maria del Mar Bonet y Lluis Llach podrían caer en un par de zonas igualmente incomodas pero son aceptados o Mikel Laboa, que igualmente cae en un par de las categorías pero no en las tres), pero el problema es hacia donde parece querer apuntar el asunto y sobre lo que NO tienes ninguna gana de hablar: una visión no industrial de un país idealizado y reclamado desde la lengua euskera. No digo que estos grupos reclamen las ideas de la izquierda abertzale ni de lejos, digo que es más sencillo querer escurrir el bulto y no tener que hablar de un tema que ha sido tan manoseado y abusado políticamente y cuyo discurso está tan completamente encastrado en distintas ideologías.