Si han salido a la calle se habrán percato en las miradas de corderos degollados de la gente, en la imposibilidad de poder circular en coche por la cantidad de conductores empanados o por la marabunta humana que les ha arrastrado hacia algún centro comercial donde acabaron medio desnudos y haciendo stage diving, de que sí ya es navidad. En el mundo de la música esto significa que estos días no va a pasar absolutamente nada que no tenga que ver con fiestas de fin de año, resúmenes de los meses que han pasado o programas con actuaciones con canciones ya conocidas (yo estoy deseando poder pillarme el programa de fin de año que hacen en Japón donde actúan todos los artistas del año, que dura ni se sabe cuantas horas y es el programa más visto del año en televisión). Así que aquí haremos algunas entradas todavía hasta enero, pero estamos dedicando el tiempo a leer y escuchar cosas que se nos habían pasado por alto (por ahora montones de discos cercanos al ambient, el techno dub y el terreno de la EAI).
Hoy por ejemplo me voy a dedicar a conseguir todo el programa especial navideño que dedicaron ayer a Girls Aloud en un canal del Reino Unido. Este por ejemplo es el nuevo single del grupo.
Girls_Aloud_-_I_Cant_Speak_French
Cargado por anhh2
Hay otra canción con videoclip reciente del grupo perteneciente a una de esas comedias estudiantiles británicas que realmente no es gran cosa.
Girls Aloud empezaron en “Chemistry” a aprovecharse de las posibilidades de tener fanáticos y comenzaron a juguetear con las dobles ediciones de los discos largos. “Tangled Up” tiene una edición con portada diferente, otra que contiene un disco de remixes y la edición normal. El “Greatest Hits” que sacaron el año pasado tenía una edición limitada con un disco extra de rarezas, canciones en directo y versiones. Y “Chemistry” tenía un impagable disco de canciones navideñas, muchas de ellas originales, de la que esta es una muestra (con su socarrón estribillo).
Era un objeto curioso, porque, bueno, ya saben que Girls Aloud no hablan nunca de amor y bajo ese prisma, uno encontraba que estas fiestas eran poco más que un montón de tradiciones, paganas si quieren, que la gente intentaba cumplir para sentirse incluido dentro del grupo social. Encontrabas los villancicos, encontrabas las campanitas, encontrabas los regalos y los calcetines, las reuniones familiares, las fiestas con los amigos, el tipo de música que ha de sonar (el grupo se decantaba hacia su lado más glam-rock), etc. etc. Entiendo el sentido de estas fiestas, más allá de sus creencias religiosas (¿en qué parte de la Biblia se dice que era invierno cuando sucedió el famoso nacimiento?), como uno entiende las fiestas locales y nacionales como una serie de relaciones y rituales que de un modo u otro se acabarían realizando socialmente, pero como a mucha gente, tanto y tanto añadido (“el amigo invisible”, “la fiesta de la empresa”, los muñecos de Papa Noel colgados del balcón, etc. etc.) acaba resultando en sobrecarga.
Estaba tratando de encontrar una metáfora para definir como es esa aglomeración de cosas, ese añadir y añadir continuo que todo se queda pegado. Una piscina en invierno, con el agua llena de hojas, papeles y bolsas de plástico, podría ser. Una red de arrastre, sería otro. Cuando en una ciudad con río hace una limpieza de sus fondos, desde luego. Y quizás la que me viene a la cabeza, por lo del adhesivo, eran unas mosquiteras que compraba mi padre y que consistían en una lámina llenas de una sustancia viscosa donde los insectos se quedaban pegados. Bueno, y si se caían al suelo cualquier cosa que pudieras imaginar. Quiero decir, hay todo tipo de tradiciones (y cada vez más insospechadas) asociadas a productos y relaciones mercantiles que se añaden cada año.
En algún momento deberían parar. O quizás la gracia (añadida) está en ver hasta donde pueden llegar rizando el rizo.
sábado, 22 de diciembre de 2007
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