miércoles, 3 de octubre de 2007

Anoche, con el nuevo de Monrose sonando a eso de la una de la madrugada, volví a pensar en que sí el (electro)pop se escucha de manera distinta a como se hace el rock y si, existiendo cada sistema de acercamiento distinto, uno se puede decantar por uno u otro siendo este más progresivo o conservador. La propuesta no tiene mucha base, porque mi presupuesto inicial es que en el electropop uno parte de lo conocido hacia lo desconocido. Mientras sea “pop”, mientras los ambientes sean reconocibles se puede hablar y contar cualquier cosa. En el rock sería lo ¿contrario? Con las escuchas se van mostrando las concomitancias, las citas e influencias. Ya digo, una patraña.
Uno recuerda temas de pop con una estructura más o menos novedosa que uno tuvo que ir conectando con otros sonidos u otras músicas, mientras que mucho rock funciona porque “rockea”, es decir, porque muestra todos sus encantos (o lugares comunes) en su primera escucha.
Pero sin embargo, cuando uno pensaba escribir sobre “Strictly Physical” (el tema), pensaba mostrar como se podía escribir una crítica positiva y una negativa mencionando los mismos elementos. Como los ritmos están inspirados en los de “Get It Right” de Nelly Furtado producidos por Timbaland, y como eso podía ser una mera copia cutre o habitar los espacios creados. Lo cual es interesante, porque se podría aplicar exactamente a muchos grupos indies o neo-post-punk para descartarlos de inicio. Sin embargo ese juego de citas más o menos explicitas es lo que logra gran parte del éxito del disco (que se repite bastante en lo lírico, pero como uno no le presta atención le da igual). Tanto como para hacerte pensar que si “Just Like That” es una versión de algún tema que no recuerdas ahora mismo. O los guiños en los “Uh-uh” a un tema de Sclub 7 en la algo delirante “Monrose Theme”. Aunque claro, usar los recursos de otros temas aquí y allá no es nada particularmente nuevo y es el pan de cada día para los compositores de pop (también los de rock aunque no lo admitan).
Me gusta como la producción del disco, a medio camino entre el electro-pop y el R&B, muestra una afiliación a un mundo imaginario donde ellas parecen pertenecer, alejándose de todo lo que tienen alrededor en su Alemania natal (hay por ahí una actuación de ellas haciendo los bailes y cantando en un parque, rodeadas de pensionistas haciendo palmas y gente de mediana edad más o menos achispada moviendo los deditos y cosas así, que quizás debería subir). Aunque claro, eso lo hacen todos los discos de indie, así que tampoco debería ser muy valorable como objetivo y sólo por su materialización.

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