The Wire acaba de iniciar su publicación en formato digital (mediante suscripción). Resulta notablemente más barata de este modo (unas 29 libras) que las 55 o así que costaría una para Europa continental. Claro, no tienes el fetichismo del papel, ni los CDs gratuitos, y si se te casca el ordenador o no lo tienes a mano, no podrás consultarlos, pero bueno, no me parece una mala idea aunque ahora mismo esté económicamente arruinado. En cualquier caso, hay un número de prueba que se puede consultar de forma gratuita que es el de mayo de este año. Tenía tantas ganas de leer estos dos artículos que de hecho, aún no lo he leído:

Otra revista que tiene una gran reputación y autoridad, o al menos eso es lo que ha leído uno, es Wax Poetics, que es como si Mojo se dedicara a hablar de música soul, funk, jazz, reggae, etc. O sea, puro crate digging. Quizás ese sea el mayor problema que tenga con ella (esa obsesión por localizar las referencias más ocultas, sorprendentes o deseadas y que finalmente resultan ser poco más que escuchas anecdóticas (aún recuerdo la reputación que tenía aquel disco que mezclaba las orquestaciones soul tipo Philadelpia con los grupos vocales reggae de los 60 y 70)). De hecho, hasta piensan hacer una edición de uno de los singles de vinilo por los que se pagan precios por encima de los 5000 $. A pesar de todo lo anteriormente dicho, no me molesta en absoluto que se hable de forma informada y detallista de ciertos artistas que no suelen ser considerados de la forma que se merecen por su aportación al mundo del pop. Ciertos artículos son tan de referencia que ya empiezan a aparecer en las bibliografías de libros universitarios sobre música popular. Quizás cuando tenga más (algún) dinero me compre la pijada de libro que han sacado con lo más florido de sus cinco primeros números.