viernes, 12 de octubre de 2007



Hay gente que tiene suerte de que no preste atención a las letras. Por ejemplo me puedo centrar en la musicalidad de las rimas y las palabras y lo pegadizo de la canción y no en los mortiferos, manidos, falsos y muy sesgados tópicos de los que se hablan en esta canción. Habrá que esperar a otro día para partir piernas.

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