lunes, 15 de octubre de 2007
Franz Ferdinand - Take Me Out
Uploaded by G4briHell
Ayer, creo que fue en la MTV, me topé con el vídeo de Franz Ferdinand “Take Me Out”. Pese a que el grupo me parece bastante lamentable en la actitud y su repertorio, más o menos tenía claro que esta canción estaba bastante bien. La excitación de la intro, el cambio de marchas, el poderoso riff de guitarra sobre el que gira el resto de la canción. El caso es que al verlo, no encontré nada de eso. El riff es demasiado lento como para generar ninguna excitación y más que hacerte pensar en la melodía te hace escuchar la textura de las guitarras. La intro tampoco suena excesivamente interesante. El mismo juego de guitarras que has escuchado un millón de veces. Y el cambio en la canción… Oh, es como si pulsaras el botón de pause y fueras viendo esto fotograma a fotograma. El ruido de las guitarras, el ruido de las guitarras, los punteos, el sonido de la distorsión, la voz del cantante. ¿Cómo carajo encontré alguna vez esto interesante? El caso es que al cambiar de canal, puse Flymusic, apareció el video de “Ageless Beauty” de Stars, que jamás me gustó, de hecho podría servir para que la gente firmara una petición para la castración química de sus integrantes, pero igualmente, esa “intensidad” tan propia de la música indie, que sí estaba en el tema, aunque me repateara, también se había esfumado. Lo gracioso es que creo que si no existiera esa “intensidad” personal, emocional, social o lo que sea, de la que hace gala la música indie, nadie en su sano juicio trataría de escucharla (con excepciones, pero el género, como casi todos, es la mayoría de las veces ruido y cacofonía). Y es curioso que al echar la vista atrás, y recordar como escuchaba música en aquella época, uno de los miedos que articulaba todo aquello era el de la música que te cegaba un momento y después descubrías que era pura bazofia (normalmente música mainstream), cristalizando en esa obsesión por alcanzar la verdad y las emociones auténticas de las que algunos gustan tanto hacer gala. Pero creo que esa intensidad, la mayoría de las veces no se encuentra en la música y es un plus que uno añade, la excitación, el reconocimiento de unos valores, el sentirse reflejado, el encontrar todo aquello en lo que uno ha decidido es su gusto, etc. No se si se “pierde”, pero si te encuentras con el último video de La Habitación Roja o de Modest Mouse, incluso el de Wilco, pensarías en lo emocionante que te resultaría, el grado de desaparición de uno dentro de los efectos de sus sentimientos, mientras que ahora lo que uno ve son tíos y tíos y tíos rascando sus guitarras con una ansiedad sexual y haciéndose los interesantes con el mismo grado de pericia de un adolescente de catorce años que se cree especial por su actitud y forma de estar en la vida que irradia en cada uno de sus actos e impresiona a todo el mundo con el que se cruza, mientras el resto de la gente cree que es un pardillo que se mata a pajas. Quizás sea el resentimiento, pero jamás siento necesidad alguna de escuchar todos aquellos discos que compré gastándome el dinero que tenía, y de hacerlo, aún me parezco más ridículo y patético. Así que toda aquella música inmortal, al final resulta que es aquella de la que trataba de huir. Todas mis emociones y creencias una farsa. So cool. De todas maneras me gustaría ver como se crea y desarrolla esa “intensidad” o “sinergia” indie y si esta es análoga a otros estilos musicales y de hecho se encuentra presente.
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